Campaña prevención: ¿Te atrapa tu teléfono?

No cabe duda de que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han llegado a nuestras vidas para instalarse en ellas. Son útiles, sencillas de manejar, abarcan todos los campos sociales y profesionales… Irresistibles. Pero lo cierto es que pueden llegar a suponer un problema si se les da un uso inadecuado, especialmente en el caso de los adolescentes, más sensibles a conductas potencialmente adictivas y más dependientes de ellas. Debemos diferenciar entre el uso normal y productivo de estas herramientas, y el abuso que se puede hacer de ellas.

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Diferentes expertos han señalado como cada vez se encuentran con más casos de adicciones a las TIC por parte de jóvenes, apuntando que las señales de alarma de que un adolescente está abusando de las tecnologías son parecidas a las de cualquier otra adicción. Cada vez necesitan dedicar más tiempo al uso de las nuevas tecnologías para obtener el mismo nivel de satisfacción. Esto se manifiesta en cambios en la conducta social, que se va restringiendo, cambios en las relaciones familiares y en el rendimiento académico. Del mismo modo señalan como es habitual encontrarse con chavales obsesionados por estar conectados, que no apagan el dispositivo por la noche, alteran sus actividades cotidianas para usar, cada vez más, el móvil, la consola o el ordenador. Además, cuando no están en contacto con los dispositivos se vuelven irritables y tienen cambios de humor, algo que se calma al volver a estar conectados. Por ello, no es de extrañar que se vean alterados sus ritmos de sueño y comida por la hiperadicción y el aumento de la excitabilidad.

Un reciente estudio  realizado por la Cátedra para el Desarrollo Social de la Universidad Camilo José Cela (UCJC) y Madrid Salud, en estudiantes de cuarto curso de la ESO (15 y 16 años) en la ciudad de Madrid11 ha explorado el uso y abuso de las TIC y su relación con indicadores de salud mental, encontrando una alta prevalencia de problemas relacionados con el uso inadecuado de estas. De todos ellos destacamos:

■ Teléfono móvil. Más de la mitad de los adolescentes hacen un uso inadecuado del teléfono móvil: 28,4% muestra un uso de riesgo, el 21% hace un uso abusivo y el 8% presenta dependencia de su smartphone.

■ WhatsApp. El 43,5% de los adolescentes presenta una conducta problemática en su uso: el 21% muestra un uso de riesgo, el 14,5% de abuso y el 8% de dependencia.

■ Redes sociales. Cerca del 40% presentaban un uso problemático: el 19% mostró un uso de riesgo, el 13% abuso y el 7% dependencia.

Los y las jóvenes afectadas por esta “adicción sin sustancia química”, además se caracterizan por mostrar una incapacidad de controlar su uso. Los recursos tecnológicos se convierten en un fin y no en un medio, es decir dando lugar a la aparición de importantes consecuencias negativas que interfieren en la vida diaria. Así mismo el aislamiento social, bajo rendimiento escolar y relaciones sociales insatisfactorias son algunas de estas posibles consecuencias negativas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que 1 de cada 4 personas sufre algún trastorno de conducta relacionado con adicciones sin sustancias.

Beneficios que ofrece la utilización de las nuevas tecnologías:

  • Permiten manejar y disponer de todo tipo de información
  • Ponen al alcance de forma innovadora el conocimiento científico actual
  • Ofrecen gran cantidad de posibilidades de ocio y entretenimiento
  • Facilitan nuevas maneras de relacionarnos y comunicarnos
  • La posibilidad de hacerse visible ante los demás a través de la red
  • Permitir localizar a personas y estar conectados con los amigos
  • Mandar mensajes públicos y privados, fortaleciendo la identidad individual y de grupo
  • Internet permite a los adolescentes estar en contacto con su grupo de iguales sin estar físicamente juntos.
  • El anonimato y la ausencia de contacto visual en la red facilita al adolescente expresarse y hablar de temas que cara a cara les resultaría imposible de realizar.

Riesgos que debemos tener presentes en su uso:

  • Los y las jóvenes pueden acceder a contenidos inapropiados
  • Riesgo de aislamiento, contacto con desconocidos
  • Acoso o pérdida de intimidad. Suplantación de la identidad
  • Favorece la adopción de identidades ficticias que pueden dar lugar a alteraciones de conducta
  • Potencian el factor de engaño
  • Pueden producir una confusión entre lo íntimo, privado y público
  • Pérdida en la noción del tiempo
  • Tendencia al consumismo
  • Suplantación de identidad. Robo de contraseñas y datos personales
  • Problemas como el ciberbullying, grooming y sexting.

En definitiva, el uso de internet y las redes sociales posibilitan en el adolescente obtener una respuesta y recompensa inmediata, así como la participación en diferentes actividades, lo que le hace ser un recurso de un gran atractivo y con fuerte carga emocional para el adolescente.

CLAVES PARA PREVENIR FUTURAS CONDUCTAS INAPROPIADAS

  • Limitar el tiempo de conexión a la red
  • Colocar los ordenadores en sitios comunes en la casa
  • Control de los contenidos visualizados por los menores.
  • Potenciar actividades de ocio saludable (deporte, lectura,  actividades al aire libre, …)
  • Tener en cuenta que para los y las jóvenes somos modelos y tienden a imitar nuestras propias conductas. Presta especialmente atención al uso que haces de tu teléfono móvil. Evitarás de esta forma la adicción a los dispositivos móviles en adolescentes y en ti mismo.
  • Ayudarles a desarrollar una adecuada autoestima y unas buenas habilidades sociales que les permitan el desarrollo de buenas relaciones interpersonales.
  • Romper con las rutinas de conexión: si el adolescente enciende el ordenador nada más levantarse para comprobar su correo electrónico, debemos intentar que lo haga después de realizar otra actividad (desayunar, ducharse..)
  • Utilizar señales y alarmas que le indiquen al adolescente que ha pasado su tiempo y debe de desconectarse.
  • Ayudar al menor a planificar y organizar su tiempo. Elaborar un horario realista dentro del cual se contemple no solo el tiempo dedicado a navegar, sino también otras actividades como el estudio, ocio…
  • Enseñarle al menor la capacidad formativa de la red, incluyendo Internet como una herramienta de ayuda al estudio y a la formación.
  • Prevenir conductas de acoso escolar y ciberbullying.
  • Instalar filtros de contenido que impidan a los menores el acceso a páginas con contenido no adecuado.

Más info en el Servicio de Prevención de Adicciones: 699 480 480

www.madridsalud.es/serviciopad

prevencionadicciones@madrid.es

 

 

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