Cocinamos ramen y visitamos el huerto urbano comunitario

El pasado sábado, 24 de mayo, pasamos una jornada fantástica aprendiendo a cocinar ramen y hamburguesas veganas en Carabanchel Alto.

Durante este taller de cocina, impartido por Tito y Belén, de @centro_conversa , aprendimos cosas muy interesantes, entre ellas en qué consiste la “comida de aprovechamiento”, es decir, cómo aprender a cocinar platos buenísimos aprovechando las sobras del día anterior, o por ejemplo, el caldo en el que has cocido otras cosas. También vimos alimentos alternativos para quienes tienen una alimentación vegana o alguna intolerancia alimentaria, como por ejemplo, al gluten.

Durante el taller nos acompañó Fernando, de Mesa del Árbol de Carabanchel, a quien la mayoría de jóvenes ya conocían por actividades anteriores. Fernando nos explicó cómo fabricar una compostera para convertir los desechos en abono y también nos contó a sobre algunas charlas interesantes que están van a poner en marcha. Podéis seguir todo lo que hacen a través de su blog: https://mesadelarbolcarabanchel.com

Al terminar el taller, y mientras degustábamos el ramen preparado, estuvimos haciendo un repaso de las actividades que hemos hecho sobre medio ambiente y consumo responsable durante este último año de proyecto. Analizamos qué cosas habíamos aprendido y a qué personas, colectivos y asociaciones habíamos conocido mediante estas actividades. Con esto último pretendíamos dimensionar y tomar conciencia de para qué nos han servido las cosas que hemos hecho, más allá de para divertirnos y disfrutar. Lxs jóvenes que han hecho parte de El Barrio más Joven han conocido y establecido lazos con otros colectivos con quienes podrán seguir coordinándose a partir de ahora para seguir haciendo cosas en y por el barrio.

A las 2 de la tarde pusimos rumbo al Huerto Urbano Comunitario Pinar, donde conocimos a parte de lxs vecinxs que lo gestionan, quienes nos estuvieron contando acerca de los cultivos, el riego, las actividades que hacen en torno al huerto… Lo más importante es que invitaron y animaron a lxs jóvenes a colaborar a partir de ahora en esta experiencia tan bonita. Como bien nos explicaban, el huerto urbano nos pertenece a todxs, es del barrio, y cuanta más gente participe, y de todas las edades, muchísimo mejor.
La velada estuvo acompañada de un recital de flauta y violín, al que más tarde se unió una guitarra.  Para finalizar, y de la mano de Domingo, realizamos un taller de fabricación de esponjas naturales a partir del fruto de la luffa.

    

   

   

Deja una respuesta